Los cambios en el Sol no son culpables del calentamiento global



Los cambios en la intensidad de los rayos solares no son los culpables del reciente calentamiento global y, en todo caso, las variaciones solares en los últimos 20 años podrían haber contribuido a un enfriamiento de la Tierra, dijeron el miércoles científicos.

Los hallazgos añaden más evidencias de que es la actividad humana, y no causas naturales, las que han provocado un aumento de la temperatura mundial, que se espera que alcance su segundo mayor nivel este año desde que se establecieran los registros en 1860.

Hay pocas dudas sobre que la variación de las emisiones solares influenciaran el clima de la Tierra en el pasado y podría haber sido un factor en la primera mitad del siglo pasado, pero los investigadores británicos y suizos dijeron que no explican el reciente calentamiento.

"Durante los últimos 20 años, el curso que ha seguido el Sol y que podría haber tenido influencia en el clima de la Tierra ha sido en la dirección contraria a lo requerido para explicar el aumento global en las temperaturas que se ha observado", escribieron en la revista Proceedings of the Royal Society.

La mayoría de los científicos dicen que las emisiones de gases de efecto invernadero, la mayoría de los combustibles fósiles de las plantas energéticas, fábricas y coches, son la causa principal de la alarmante situación actual.

Un reducido grupo apunta a causas naturales del sistema climático o al incremento gradual de la energía de las emisiones solares.

Con el propósito de investigar este posible vínculo, Mike Lockwood del laboratorio inglés Rutherford Appleton y Claus Froehlick del Centro de Radiación Mundial en Davos, Suiza, estudiaron los factores que podrían haber provocado el cambio climático en las últimas décadas, incluyendo las variaciones en la radiación solar total y los rayos cósmicos.

Los datos tuvieron en cuenta un ciclo de 11 años en una mancha solar, que afecta a la cantidad de calor que emite el sol pero no tiene impacto en la temperatura del aire de la superficie de la Tierra, debido a la absorción y mantenimiento del calor por los océanos.

Los investigadores concluyeron que el rápido aumento en la temperatura global observado desde 1980 no puede ser achacado a la variación solar, sea cual sea el mecanismo que se utilice.

La Royal Society británica -una de las academias científicas más antiguas del mundo, fundada en 1660- dijo que el nuevo estudio es una importante llamada de atención a aquellos que son escépticos con el cambio climático.

Por Ben Hirschle

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